En el año 2006, el Liceo recibió con mucho gusto lo que podría considerarse como la pintura de mayores dimensiones realizada sobre los muros del edificio. Estamos hablando del proyecto Pintá tus sueños a tu manera, que se plasmó en una obra realizada por alumnos de 4to, 5to y 6to año y los profesores Rosa Fourment y Victor Fernández. que abarca la esquina de Lavalleja y Batlle y Ordóñez y que continúa por esta última hacia la calle Rivera en una extensión de aproximadamente 20 metros.
En el año 2007, la pintura mural "dió vuelta la esquina" ya que comenzaron a pintarse obras sobre la calle Lavalleja. La primera, ubicada exactamente a continuación de la ochava, fue realizado por el artista Juan Mastromatteo y alumnos y la segunda por la profesora Rosa Fourment y un grupo de alumnos de la orientación artística. En el año 2008, Alexis y Darío Vespa fueron quienes agregaron dos nuevas obras a los muros del Liceo.
Murales vistos desde la esquina de Batlle y Ordóñez y Lavalleja. Esta foto data de octubre del año 2008.
Mural de Juan Mastromatteo y alumnos, realizado en el año 2007.
Mural de Rosa Fourment y alumnos, realizado en el año 2007.
Mural de Alexis Vespa y Darío Vespa, realizado en el 2008.
Mural de Alexis Vespa y Darío Vespa, realizado en el 2008.
Fotos: Joaquín Rodríguez Infante
Sitio dedicado para compartir información y experiencias relacionadas con el Liceo Nº 1 de Las Piedras "Manuel Rosé"
27 febrero 2012
26 febrero 2012
23 febrero 2012
Retorno del Ponte Vecchio al Liceo Manuel Rosé
"Por pesquisas de docentes se descubre que estaba en el Consejo de Secundaria, fue devuelto en febrero de 2005."
Cuadro del maestro Joaquin Torres Garcia realizado por el año 1945, comprado por la A.P.A.L. de aquellos gloriosos años del liceo de Las Piedras. Retirado en 1973 por autoridades de aquella época y devuelto recien 30 años después gracias a la constante búsqueda de profesores, exalumnos, directores, y amigos del liceo. Terminando la gestion de la administración que estaba en ese momento, la profesora Carmen Tornaria, en el año 2005 trae personalmente la obra tan querida por todos nosotros. Se aprovecha su devolucion para festejar su bienvenida el día del Patrimonio.
Tambien fue fundamental la participacion de viejos profesores como Isabel Rubo, Raquel Bayarrez, Ruben Clemente Cassina Fourment, y tantos otros que estuvieron siempre atentos a la hora de reclamar por distintos medios la aparición de dicha obra. Como tamien las direcciones que estaban al frente del Liceo como la profesora Adriana Cóccaro, que había sido alumna del mismo Liceo en los años de su búsqueda.Tambien el importantísimo aporte del profesor y maestro Dumas Oroño, quien fue el principal impulsor de la búsqueda desde los años 1983, 84,85 y quien nos alentó permanentemente a que continuáramos investigando
En esta foto no aparecen todos los profesores que trabajaron tanto para que el cuadro volviera a su lugar, como todos los compañeros de ADES de ese momento y los que ya no estaban como el profesor Dumas Oroño.
Rosa Blanca Fourment
Foto: extraída del libro "Obras del patrimonio Liceo Manuel Rosé" escrito por Henri Maire según un trabajo pedagógico de Karina Fagundez.
Etiquetas:
2005-Retorno Ponte Vecchio,
Patrimonio del Liceo
19 febrero 2012
Murales y pinturas de caballete
Mario Marotti
OLVIDADOS en la rutina diaria, escondidos tras la masificación y sus
descuidadas fachadas, algunos liceos del Interior uruguayo poseen una
rica historia. Resulta imposible dejar de relacionar a algunos de ellos
con figuras relevantes de la cultura nacional: ¿cómo evitar asociar a
Francisco "Paco" Espínola con el Liceo de San José o no vincular al
Liceo de Mercedes con la obra de Washington Lockhart y la revista
literaria Asir?
Fundado en 1937 como liceo popular, el hoy Liceo N° 1 "Manuel Rosé" de
Las Piedras posee una singularidad: incorporadas a la arquitectura de su
edificio, hay una serie de obras de arte realizadas por los integrantes
del Taller Torres García; y en su biblioteca, en exposición permanente,
hay muchas más. Fue Dumas Oroño (1921-2005), entonces profesor de
dibujo en el liceo, quien en algún momento de 1963 -motivado quizá por
la nobleza arquitectónica del local inaugurado en 1950- le propuso al
director Volney Caprio la posibilidad de invitar a sus compañeros
artistas para intervenir pictóricamente los muros del edificio. Las
obras fueron culminadas en 1964. Oriundo de Tacuarembó, Oroño llegó a
Montevideo con intención de estudiar en la Escuela de Bellas Artes pero
terminó recalando en el Taller. Pintor, grabador, ceramista, Oroño, al
igual que su maestro, entendía que el arte debía estar cerca de la gente
tanto en los espacios públicos -plazas, edificios- como en los objetos
de uso cotidiano; su personalísimo oficio de burilar y pintar mates
ejemplifica bien esa opinión.
Arquitectura y arte. Tras la muerte de Joaquín Torres García en 1949,
sus discípulos continuaron trabajando y enseñando en el taller que había
fundado el maestro. Fue en los últimos años de actividad (cerraría
definitivamente en 1967), cuando sus miembros ya se estaban dispersando
por Europa y Estados Unidos, que se llevó a cabo el proyecto de Las
Piedras. Ocho son las obras que, adosadas a las paredes del edificio,
testimonian la propuesta del colectivo. Todas siguen los principios del
"Universalismo Constructivo", aunque técnicas y materiales varíen mucho
de una a otra: van desde el óleo y la cerámica al cemento y el vidrio,
revelando una amplia gama de posibilidades dentro del estricto marco de
referencia de los postulados del maestro.
Esa gran coherencia hace que el conjunto sea legible como una creación
única. Oroño personalmente aportó dos obras de gran tamaño. La más
notable está en el hall de entrada: un mural en cerámica con una muy
delicada coloración, realizado junto con el ceramista Orlando Firpo. La
otra realza el espacio de la cantina, ocupando completamente una de sus
paredes: es un óleo sobre madera, donde se manifiesta un lenguaje
geométrico simplificado, de motivo similar a los del maestro. Sobre un
muro del patio interior, otra composición en cerámica es obra de Augusto
Torres. Segundo hijo de Torres García, Augusto había regresado al país
en 1962 después de vivir un tiempo en Nueva York. En 1973, partió
nuevamente, entonces con rumbo a Europa.
Hay también dos obras de Francisco Matto. Un vitral en colores
primarios, ubicado en una pared que da al norte permite, en horas de la
tarde, un bonito juego de reflejos en los pasillos interiores del
edificio. El interés de Matto por el arte precolombino es evidente en
otra obra suya adosada a una pared del patio: un bajorrelieve de
carácter geométrico en adobe que, con un gran sol central, incorpora
elementos figurativos de estilo indoamericano. Oculto parcialmente por
las plantas, su presencia, como un misterioso tótem de una cultura
desconocida, no puede ignorarse. Según Cecilia de Torres, esas
referencias al sol en la obra de Matto "tienen su origen en ese concepto
de abarcar lo más elemental y universal".
Manuel Pailós aportó una de las obras más hermosas: un pez en cemento de
color verde cuya superficie se ve salpicada por varios signos gráficos.
Por último, dos obras más de aquel fértil 1964 son los mosaicos
realizados en baldosines negros y blancos -por Julio Mancebo y Ernesto
Vila- que visten los dinteles de pasillos interiores. A esas obras fijas
incorporadas al edificio se agrega también una escultura en chatarra
ubicada en el centro del patio, cuya realización data de 1960 pero que
fue donada por su autor, Germán Cabrera, para el cincuentenario de la
institución en 1987.
La colección de obras de caballete no es menos impresionante. Óleos de
José Gurvich, Alceu Ribeiro, Manolo Lima, Jonio Montiel, Daniel de los
Santos, Carlos Llanos y un grabado de 1958 de Luis Alberto Solari
completan el acervo. Solari -quien no integró el TTG- es famoso por sus
"mascaradas", escenas protagonizadas por figuras de cuerpo humano y
rostro animal vinculadas a personajes de la fábula campera, como el
lobizón. En este caso sin embargo se trata de una imagen de gauchos
descansando.
El liceo posee además otras obras ajenas al Taller, como las de Miguel
Ángel Pareja, Joaquín Aroztegui, Pablo Benavides (hijo del poeta
Washington Benavides), Juan Antonio "Cacho" Cavo, Jacinto dos Santos,
Daniel Gallo, Juan Mastromatteo, Juan Merino, Cristina Pérez Lena, Raúl
Rijo y Rubén Sarralde, artistas afincados en la zona o con profundos
vínculos con la institución.
Entre las obras que se perdieron, en un sector superior de una pared de
un salón de clase, un mural de Luis Mastromatteo fue virtualmente
cubierto con pintura blanca cuando, en la última reforma edilicia,
alguien, irreflexivamente, juzgó que no estaba bien conservado.
EL LEGADO. Declarado Monumento Histórico Nacional, los días del
patrimonio el liceo ofreció a los visitantes un recorrido programado. Un
profesor de dibujo o historia del arte hizo las veces de guía. Rosa
Fourment, Heber Freitas, Marcel Suárez, junto a otros profesores,
mantuvieron una fuerte relación de amistad con Oroño.
El cuadro recuperado
LA PINACOTECA LICEAL no comenzó con la intervención edilicia de 1964,
sino diecisiete años antes cuando luego de una retrospectiva de Torres
García realizada en la ciudad, la APAL (Asociación de Padres y Amigos
del Liceo) decidió adquirir un cuadro, Ponte Vecchio, óleo figurativo
del maestro, de 1945, que recrea al famoso puente medieval de Florencia,
posiblemente concebido en base a algún boceto traído del lugar.
Articulo original publicado el 15 de octubre de 2010 en el diario El Pais Cultural.
http://www.elpais.com.uy/suplemento/cultural/Murales-y-pinturas-de-caballete/cultural_521228_101015.html
Artículo relacionado en este blog: Retorno del Ponte Vecchio
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